Buffy: ¿He comprendido lo que has dicho? ¿Eres... Drácula? ¿El famoso? ¿El conde?
Drácula: Lo soy.
Buffy:
¿Seguro que no se trata de una broma de adolescente? Porque ya me he peleado con más de
un vampiro gordo y con espinillas que se hacia llamar Lestat.
Buffy: Ya, prefiero que me llamen Cazadora. Asesina suena demasiado...
Drácula: ¿Cierto?
Buffy:
Fuerte. Demasiado fuerte, la verdad. Yo soy la buena, ¿recuerdas?
Anya: Dudo que se acuerde de mí. Yo no era más que una pobre criatura de 700 años de edad. Pero me dijo que uno al que yo maldije estaba condenado eternamente. Eso es encantador, ¿no crees?
Xander:
Adorable.
Drácula: Silencio.
Xander:
Sí, mi Amo.
Riley: ¿Qué puedes decirme sobre Drácula?
Spike: ¿Drácula? Ese canalla me debe 11 libras, por cierto.
Riley: ¿Lo conoces?
Spike:
¿Si lo conozco? Somos viejos rivales. Pero se hizo famoso y se olvidó de sus enemigos.
Voy a decirte una cosa: ese mierda ha hecho más daño a los vampiros que cualquier
Cazadora. Cuando su historia se hizo publica todo el mundo supo como matarnos. La
estaquita.
Spike: Drac en Sunnydale. ¿Quién lo
diría? El mundo es un pañuelo.
Riley:
Como la has ayudado, ella se resiste a matarte ahora que estas indefenso. Yo no.
Drácula: Has sido probada.
Buffy: El era...
Drácula:
Indigno. Te dejó ir. Pero su abrazo, su mordisco... ¿Los recuerdas?
Xander: ¡Mierda! ¿Sabéis una cosa? Estoy harto de ser el pupas. Estoy harto de ser el tonto que come insectos y pilla la sífilis. En este momento, me rebelo. ¡Se acabaron las patadas en mi culo!
Buffy: De acuerdo. ¡No más patadas!
Riley: No te quejes. Tu no has perdido el tiempo con las Dracuchicas como Giles.
Giles: No estaba perdiendo el tiempo. Estaba... a punto de matar a esas repugnantes criaturas cuando él me interrumpió.
Riley: ¿A sí? ¿Iba a matarlas a caricias?
Giles:
¡Claro que no! Estaba en perfecto... control.
Buffy: ¡Uh, galletas! Las galletas son mi debilidad.
