Todos están preparados. Willow lanza un hechizo. Es la señal para lanzarse contra las diablesas. Todos parecen estar bien al terminar la pelea, hasta que notan que falta Xander, mientras Giles se lamenta por no poder identificar a las criaturas muertas, ya que, desde que ha sido relevado del Consejo se le han secado una gran parte de sus fuentes. Xander asegura que está bien. Pero a Buffy y Faith les preocupa que un día se haga daño de verdad, muera o ambas cosas. Sugieren que quizás fuese mejor que dejara de ir con ellos de caza. Xander protesta, él ayuda, a su manera. Pero no le toman en serio. Giles quiere dejar los cuerpos para estudiarlos mas tarde y también está de acuerdo en dejar a Xander en la retaguardia. Xander no puede creerlo.
En el instituto, Xander insiste a 2 chicos que se pasan la pelota, para que le incluyan a él en sus pases. Finalmente lo consigue, pero se le escapa y da a un matón. Xander se defiende a su estilo, con bromas, pero Jack O´Toole le asusta de verdad. Cordelia lo ha visto todo y aprovecha la oportunidad para meterse con Xander. Él la asegura que podría haberle vencido, pero no cuela. Xander se pregunta porque, después de enfrentarse a vampiros, demonios y las más horribles criaturas del infierno, sigue teniéndole miedo a un matón como Jack. Cordy no le ayuda. Cree que debe de ser muy duro que todos sus amigos sean superhéroes, asesinas, hombres lobo, brujas, vampiros y él no sea nada. El asegura ser un elemento valioso del grupo, pero Cordy le asegura que no lo es, es Zeppo, y le anima a ser “guay”, a encontrar ese “algo” que Jack ha encontrado y él no. Le deja satisfecha consigo misma.
Xander habla de ello con Oz (o más bien habla él y Oz le escucha). El debe saberlo, ya que se le considera “guay”. ¿Será tocar un instrumento musical? No, porque tocaba la corneta en 8º y no era nada “guay”. Necesita “algo”. Algo que no tenga nadie. Oz le asegura que su nueva obsesión ya le hace muy especial... Cree que exagera. Tiene rasgos identificativos. “No es...
...el fin del mundo”. Giles ha identificado a las diablesas como pertenecientes a la Hermandad de Jhe, cuya meta es la destrucción del mundo. Oz llega muy justo a su cita con la jaula, pero ya le conocen. Las diablesas pretenden abrir la Boca del Infierno, esa que se abre a solo unos 7 metros de donde están sentados ellos. Oz-lobo aúlla. Willow está aterrorizada con la posibilidad de volver a ver a la criatura que salió la primera vez por ella, y más porque solo seria la primera en salir, las siguientes serian peores. Pero por supuesto les ayudará en lo que pueda. Xander aparece motorizado. El coche es su “algo”. Su tío Roory se lo ha alquilado hasta que le devuelvan el carnet. Las nota preocupadas y las recuerda que pueden contar con él para lo que sea, juntos resolverán cualquier cosa. Solo tienen que decirle lo que quieren que haga.
Xander va a comprar donuts para todos. Cordelia le ve y se burla: tiene que haber ocurrido algo realmente grave para que le encomienden esa misión. Es prescindible, ni siquiera el coche le hace ser “alguien”. Sin embargo, una chica se acerca a Xander. Lysette esta impresionada con su coche, un Chevrolet del 57. Lo sabe todo sobre él. El la invita a dar una vuelta y acepta encantada.
Tras dejar los donuts, van al Bronze, donde ella le mata de aburrimiento. Al ver a Angel, Xander corre a pedirle que se una a ellos, o ir con él a la biblioteca con el resto, pero Angel cree que seria peligroso y que estará más seguro si se mantiene al margen. La chica propone dar otra vuelta en coche. Xander está ofendido con la pandilla. Les ha ayudado otras veces, y ahora actúan como si fuese un patoso. Cuando arranca choca contra el coche aparcado frente a él, del que se baja Jack. Xander le propone pagar los desperfectos, aunque no tiene seguro.
Willow está preocupada por Oz. Nunca le había visto tan furioso. Quizás note algo. Giles no consigue hablar con el Consejo, así que decide intentar contactar con los Espíritus Guías. ¡Y encima ya no quedan donuts de fresa! Sugiere pedir a Xander que vaya a por más, pero Buffy se niega. Quiere a Xander al margen, la ultima vez casi le matan.
Jack saca un enorme cuchillo, al que presenta como Katie. Jack se cansa de preliminares y tira a Xander contra el capó de su coche cuando llega la policía. El poli conoce a Jack y le tiene ganas, pero Xander asegura que solo jugaban y son amigos, así que se va. Eso le gusta a Jack. Podía haberle denunciado y no lo ha hecho. Es decente. Le cae bien, así que les propone que le acompañen en el coche de Xander. Va a buscar a sus amigos. Xander le pregunta dónde están.
En el cementerio, Jack invoca y Bob sale de su tumba. Es un muerto viviente. La chica al verlo sale corriendo. Bob está eufórico. Jack le recuerda que le dijo que su abuelo podía hacerlo. Bob le pregunta cuanto lleva muerto. 8 meses. Se da cuenta de que se ha perdido muchas cosas y tiene que ponerse al día. ¿Le ha gravado “Ranger de Texas”? Por supuesto. A Xander le preocupa que el resto de los amigos de Jack también estén muertos. Y parece que si, pues resucita a Dickie antes de ir a otro cementerio.
Giles invoca en latín a los Espíritus Guías, quienes se niegan a ayudarle. Xander le ve y le pregunta que hace allí. Jack le llama para que vuelva con ellos. Antes Xander pregunta a Giles si le necesitan, pero este prefiere que no se meta en líos. Xander cree que ya es difícil. Giles espera que tengan tiempo para prepararse antes de enfrentarse a esa nueva amenaza. Al menos 2 semanas.
Willy está herido y su bar destrozado. Las diablesas fueron buscando a Angel. Avisa a Buffy que después irán a por ella. Nada se les interpondrá, porque esa es la noche. Willy sugiere a Buffy que busque una buena manera de pasar su ultima noche en la tierra con Angel.
Los amigos de Jack quieren cerveza. Y chicas. Y hacer un pastel. A Jack le gusta la idea del pastel. No deja que Xander se vaya. Ahora es uno de los suyos. Le mandan aparcar frente a una tienda de hardware y que les espere con el motor en marcha. Xander les recuerda que a esas horas no hay nada abierto, pero cuando rompen la luna del escaparate, se da cuenta que para el robo si lo está. Xander está asustado: es complice de robo. ¡Tener un coche si que es guay! Ve a Willow salir de la tienda de magia y va hacia ella. Willow le dice que es “la noche”, pero no le cuenta nada más. Le abraza y le dice que le quiere antes de irse. Xander se harta y decide ir a ayudar a sus amigos, pero Jack se lo impide y avisa a sus chicos. Creen que el problema es que Xander no se siente parte del grupo. Aun no le han iniciado. Xander les pregunta que tiene que hacer. Jack saca a Katie: tiene que dejar la vida. Xander no está de acuerdo con eso: quiere ser de la banda, ¡no se muere por entrar en ella! Los chicos se ofenden. ¿Tiene algo contra los muertos? Xander asegura que no, y señala a Jack. El no está muerto. Sin embargo, Jack se levanta la camiseta y muestra varios disparos en el estomago. Desde hace 20 días, en un tiroteo. Su abuelo lo encontró cuando aun no habían pasado 10 minutos desde su muerte. Xander consigue esquivarles y escapar en su coche. Eso no desanima a los muertos. Cogerán mas ingredientes.
Xander cree que ya ha tenido suficiente emoción para una noche, pero ve a Faith, teniendo problemas con una diablesa y la ayuda atropellándola y huyendo con Faith en su coche. Van al motel de Faith y corren a su cuarto. Allí le pide ayuda a Xander para colocar su hombro dislocado. Después comienza a acariciarlo. Le dice que está a punto de explotar. ¿Se apunta? Por supuesto, pero la confiesa que no ha estado con nadie hasta ahora y eso le pone nervioso. Faith le tranquiliza. Ella le dirigirá. Xander no puede evitar comentar que es una noche muy rara.
Cuando terminan Faith saca a Xander medio desnudo de la habitación y se despide. Tiene que ducharse.
Willow tiene que disparar un dardo tranquilizante a Oz, que está descontrolado. Espera que no se enfade por eso.
Ya vestido, Xander descubre que en las bolsas hay queroseno. ¡No van a cocinar ningún pastel! Vuelve a la tienda a por la banda de Jack, pero ya no están. Supone que hayan cogido más “ingredientes”. No sabe que hacer ahora, así que va en busca de Buffy.
Buffy y Angel están discutiendo. Angel quiere enfrentarse a las diablesas para al menos entretenerlas hasta que el hechizo de Wil funcione. La asegura que la quiere y nada, ni siquiera la muerte, podrá cambiar eso. Buffy no quiere siquiera que mencione la posibilidad. Teme perderle. Quizás él esté preparado para morir, pero ella no lo está para verle morir, otra vez. Xander les interrumpe. Se da cuenta de que no es un buen momento y se va, no sin antes ofrecerles su ayuda. Le aseguran que no le necesitan.
Xander decide que puede hacerlo sin ayuda. Solo tiene que pensar donde pondrán la bomba.
Giles prepara la ceremonia mientras Wil vuelve de cambiar de sitio a Oz. Le ayuda a terminar.
En el sótano los muertos conectan su bomba. En una hora, el instituto volará por los aires.
Xander cree que Giles sabrá que hacer, así que se dirige al instituto, pero ve a la banda en plena calle y decide actuar. Los chicos se alegran al verle. Creen que vuelve con ellos. Pero acelera llevándose a Parker (el más descompuesto) con él, sujetándole a través de la ventanilla. Le obliga a contarle sus planes mientras trata de controlar la dirección del coche, pero antes de que le pueda decir como se desconecta la bomba, el coche se acerca demasiado a la acera y un buzón le arranca la cabeza.
La banda le sigue hasta el instituto, y Xander no puede evitar echar de menos a las Cazavampiros.
La Boca del Infierno se ha abierto, y el primer monstruo ha salido. Giles nota que ha crecido.
Xander pasa de largo la biblioteca, así que no ve nada. Detrás de él van los muertos. Dickie si se asoma, pero Jack lo llama y lo deja para otro momento. Deciden separase. Bob coge un hacha de emergencia y encuentra a Xander, que logra vencerle y quitarle el hacha, que usa para tirarle encima una maquina expendedora, destrozándole la cabeza. Dickie llega en ese momento. Xander, con una gran pose con el hacha, comienza una gran frase, que no llega a terminar porque Dickie sale corriendo, para enfado de Xander.
Buffy sale disparada de la biblioteca y vuelve a entrar al grito de “¡Faith, al corazón!
Xander persigue a Dickie, pero acaba huyendo él. Las diablesas les persiguen y atrapan a Dickie en un despacho. No tiene escapatoria. Xander decide no perder mas tiempo y bajar al sótano. El monstruo de la biblioteca rompe la pared junto a él. Ya sabe por donde no ir.
Xander rompe la puerta de la sala de calderas. Allí está la bomba. Quedan menos de 2 minutos, pero no se va. Tiene que desactivarla. Pero cuando suelta el hacha Jack le ataca. Pelean y Jack saca de nuevo a Katie. Va a destriparle y lo hará muy despacio. Xander le recuerda que solo quedan 48 segundos antes de que explote la bomba. Va a ser difícil que cumpla sus amenazas. Se zafa y se coloca entre Jack y la salida de emergencia. Le asegura que no le va a dar tiempo a escapar. Jack le recuerda que él tampoco. Xander está tranquilo. ¿Quién tiene más miedo a morir? Y esta vez la muerte será de verdad. Nadie podrá despertar a Jack si está pegado a las paredes.
La batalla en la biblioteca está en pleno apogeo.
Jack se decide y desconecta la bomba. Xander respira y le dice que no quiere volver a verle en el instituto. Después se va por donde vino. Jack sale por la de emergencia, no sin antes prometer que en cuanto Xander se dé la vuelta... Oz le salta encima. Grita, pero no hay forma de escapar del lobo.
Willow, Buffy y Giles comentan la batalla. Oz les pregunta si Angel se recuperará. Buffy asegura que sí. Solo estuvo unos minutos. Los más largos de su vida. Willow no cree que pueda olvidar la cara de “esa cosa”, la de verdad. Buffy tiene un brazo en cabestrillo y todos tienen alguna marca en la cara. Felicita a Giles por su gran valor. Wil en cierto modo lamenta que nadie sabrá nunca lo que hicieron. Xander llega y Wil le dice que se alegra de que no estuviera anoche. Xander les asegura que le va la tranquilidad, y les ofrece traerles algo para comer. Oz está lleno, lo que le parece extraño, y ningún otro quiere nada. Al verlo, Cordy trata de meterse de nuevo con él, pero Xander solo sonríe, dejando desconcertada a Cordelia, que sabe que le oculta algo. Pero él no la dice nada, solo se aleja de sus preguntas sonriendo.