Willow está destrozada: solo ha sacado un 7´40 en el examen de Lengua. A Xander eso le hace gracia: esa es la suma de todas sus notas. Buffy ha sacado 14´30, lo que significa que podrá estudiar lo que quiera, salir de Sunnydale, tener un futuro.
Spike ha vuelto a Sunnydale. En la vieja fabrica se lamenta por Drusilla.
Los chicos han preparado una cita doble en la bolera. Xander está emocionado porque ha descubierto que Cordelia tiene fotos suyas en su taquilla. Will también porque Oz le ha regalado una brujita portachicles (a mi me parecía una bruja de caramelos PEZ, pero no voy a discutirlo).
Giles anima a Buffy a ir a la Universidad fuera del estado. Con Faith, quizás ella pueda marcharse un tiempo. El, por su parte va a estar fuera unos días en un retiro. La pide que haga lo que haga no se precipite.
Will tiene miedo de la cita doble. Xander y ella cada vez se controlan menos. Xander también querría acabar con esa atracción.
La madre de Buffy ha visto el cielo abierto y no hace más que insistir a su hija para que se vaya de Sunnydale y deje así de cazar vampiros.
Spike espía a Angel por una ventana de la mansión, pero está tan borracho (estas licencias con los vampiros me descolocan) que se desmaya en el jardín. Se despierta cuando el sol comienza a quemar su mano. Consigue refugiarse en el coche y va a la tienda de magia a por una maldición para Angel. Allí ve a Will que acude a por ingredientes para un hechizo y así lograr que “un amor la olvide”. Esto da una idea a Spike, pero antes se come a la tendera.
El ayudante del Alcalde informa a éste de la vuelta de Spike a la ciudad. Esto le contraría: no quiere que le arruine un año tan importante.
Buffy le cuenta a Angel lo de la Universidad. El está de acuerdo con su madre, pero esta no es la respuesta que ella esperaba.
Will ha citado a Xander
en el laboratorio con la excusa de un experimento científico. Pero no es tan tonto y se
cabrea cuando descubre que se trata de un hechizo para que la olvide, es más, de un
hechizo de asco. Spike les interrumpe. No
pueden hacer nada contra él. Les lleva a la fabrica. Xander ha salido peor parado.
Necesita a Will. La pide un hechizo de amor para recuperar a Dru. Primero la amenaza para
conseguirlo, luego le cuenta sus penas: Dru le dijo que se había ablandado. Que no era lo
bastante malo para ella, y la pillo besándose con el demonio del caos. ¡Le dijo que
serían amigos! Will le dice que le faltan ingredientes y un libro.
Oz y Cordy interrumpen el entrenamiento de Buffy: Will y Xander han desaparecido. Les envía a buscar a Giles mientras ella inicia la búsqueda. Cuando se van su madre llama por teléfono. Se asusta cuando a través de la línea oye a Spike saludar a su madre. Sin embargo, Joyce no sabe nada y consuela a Spike, que se dedica a contarle sus penas de amor. Angel los ve por la ventana y trata de entrar, pero no puede (no ha vuelto a ser invitado). Joyce está asustada, la ultima vez que le vio era un loco peligroso, pero Spike disfruta burlándose de él. Buffy no pierde el tiempo. Reduce a Spike e invita a entrar a Angel, para consternación de su madre. Spike les dice que tiene a Will y a Xander, si le hacen daño jamás les encontraran, y solo quiere que le hagan un hechizo.
Oz, desde el coche
huele a Will. Esta asustada, y Cordelia preocupada ¿significa eso que se va a volver
lobo?
A Spike se le empieza a pasar la borrachera. Buffy propone matarlo (esta chica es de ideas fijas, ¿efectos secundarios de su trabajo?) pero Angel cree que no es buena idea, al menos hasta que encuentren a los chicos. Buffy cree que están en la vieja fabrica, pero Spike asegura que no seria tan estúpido (seguramente no, si hubiese estado sobrio). Ameniza el camino recordando los buenos tiempos con Dru (otro que es de ideas fijas) y en la tienda de magia recogen los ingredientes que necesita el hechizo. Buffy y Angel, cansados, se meten con él por llorar y lamentarse por alguien que no le quiere. El les echa la culpa. Sin ella no es nada. Pero ellos no están mucho mejor: la ultima vez que les vió se iban a matar, y ahora estan como si nada, echadose miraditas. No son amigos ni lo serán nunca. Seguirán amándose hasta que ese amor les mate. El puede que ame a una zorra (oye, son sus palabras), pero al menos lo reconoce (¡amen, hermano! Cuantas verdades en un solo capitulo).
Xander despierta. Se siente mareado. Will intenta
ayudarle a levantarse, y le cuenta su dramática situación con “el loco de
Spike”. Es demasiado. Cae de nuevo en la cama y arrastra a Will con él. Si van a
morir, qué importa un beso (sí, ¿qué importa?). Por
desgracia en ese momento llegan Oz y Cordy a rescatarles (¡eso
importa!). Oz se queda de piedra, pero Cordy sube corriendo las escaleras tratando
de alejarse y estas se desmoronan. Cuando Xander se asoma por el hueco, ve a Cordelia que
apenas se puede mover: un hierro le atraviesa el costado.
Buffy y compañía abandonan la tienda de magia, pero fuera tropiezan con un grupo de vampiros. Vienen a por Spike, pero deben ayudarle si quieren encontrar a Willow y Xander. Son demasiados, así que se hacen fuertes en la tienda. Unos cuantos entran. Angel bloquea la puerta mientras Buffy y Spike pelean. Angel aun no ha recuperado todas sus fuerzas, pero Spike disfruta con la pelea. Buffy y Angel recurren al lanzamiento de agua bendita, espantando a los últimos vampiros. A Spike la pelea le ha abierto los ojos, ahora ve las cosas claras: no necesita hechizos, sino volver a ser el hombre que Drusilla amaba. Tiene que encontrarla, atarla y torturarla hasta que ella vuelva a quererle (¿qué ha pasado con el “dígaselo con flores”?). Se va feliz.
Xander ha llegado hasta Cordelia. Está muy mal. Se desmaya.
Buffy y Willow conversan en el cementerio. Cordy se pondrá bien. Xander aun no ha podido verla. Por su parte, Will solo quiere que Oz vuelva a hablarle.
Xander va al hospital. Quiere explicarse, pero Cordy solo le dice que no quiere volver a verle. Rendido, se va.
Buffy visita a Angel. El ya se preguntaba dónde estaría. Buffy le dice que no va a volver más. No son amigos. Quiere más, y él ya no necesita sus cuidados. Angel no quiere aceptarlo pero Buffy le pone como condición para volver que le diga que ya no la ama. No puede hacerlo.
Todos piensan en lo que han perdido en las ultimas horas, excepto Spike, que en el coche canta la versión de Sid Vicious de “My way” encantado de la “no-vida”.
