“DARLA”
(Escrito por Federico Hernán Bravo)
TERCERA PARTE
Darla se tomó unos momentos para continuar con su relato. En ese ínterin brevísimo, me hizo otro pedido insólito: cigarrillos.
Quería fumar. Sentía una ansiedad enorme y sinceramente, no me puede negar a semejante pedido. Saque una caja de cigarrillos que encontré por ahí y le ofrecí uno. Ella se dedico a aspirar el aroma del tabaco lánguidamente y disfruto muchísimo largando el humo por la boca de una manera que se me antojo entre seductora y sensual.
Por un momento, recordé a las viejas rubias de las películas de las décadas pasadas, las que solían fumar de esa manera sensual mientras el detective de turno esperaba pacientemente que confesara el crimen o lo que fuera que tenían que confesar. Sonreí al pensar esto… Ni remotamente creía poder igualar a esos viejos detectives de nombres famosos y que eran, en cierta medida, unos verdaderos galanes… unos recios galanes.
Volviendo al asunto en cuestión, Darla fumó varias veces antes de decidirse a continuar contándome su vida…
-Ángel me mató- dijo, retomando el hilo de la charla- Lo hizo para salvarle la vida a Buffy, la Cazadora. Entre ambos existía más que una relación común… Entre ellos había amor…
-Y moriste…
-Por primera vez…
-¿Recuerdas algo después de eso?
Meneo la cabeza, al mismo momento en que daba una pitada más al cigarrillo.
-Recuerdo dolor… un dolor tremendo y…- hizo un gesto con las manos, apartando una nube de humo de su cara-…Nada. Todo se vuelve confuso, brumoso. Tengo la sensación que el lugar donde fui (y adónde todavía voy cuando me marcho) es un sitio brumoso, sin forma… No tengo un nombre para llamar a ese lugar (si es que es un lugar) pero lo que si puedo decirte (con lo poco que recuerdo) es que estoy sola en ese sitio… No recuerdo para nada caras conocidas ni nada de eso. Es como que… yo me encuentro ahí y… estoy sola…
-Perdida- dije.
-¡Eso! Perdida…
Estas últimas palabras flotaron en el aire, como descolgadas. Perdida…
-Mi memoria empieza a funcionar correctamente de nuevo un par de años después de ese fallecimiento y el recuerdo patente que tengo es la de haber sido tironeada de esa bruma hacia el interior de una sucia celda pequeña, en alguna parte. Un par de ojos expectantes me miraban desde afuera y los pude reconocer con el tiempo como humanos… Se trataba de los abogados de Wolfram & Hart, quienes me habían revivido para usarme en un intento de destruir a Ángel.
-Eso me interesa… ¿Cómo hicieron para revivirte?
-Ignoro el método, pero tiene que ver con un ritual impuro y con la muerte de varios otros vampiros… No tengo todo claro.
-¿Cómo te sentías en esos primeros momentos, al volver a vivir?
-Confusa, aterrada, mas perdida… Por suerte, uno de aquellos abogados me ayudó y mucho- dijo y sonrió melancólica- Lindsey Mc Donald, era su nombre… Creo que yo le gustaba. Fue él quien me explicó el plan y me ayudó a aclimatarme a mi estado de resurrección. No fue fácil, pero con el tiempo asumí que la cosa había sucedido en verdad… Pero eso no era todo. Había una nueva sorpresa esperándome para revelárseme…
-¿A que te refieres?
-Volví como humana… Los de W & H me restauraron como humana. ¡Ya no era una vampiro! Era humana.
-Me imagino la sorpresa.
-Si, fue todo un acontecimiento… Pero no había tiempo para perder con aquellas cosas. Wolfram & Hart exigía prisa. Junto con Lindsey, tratamos de enredar a Ángel y de enloquecerlo. Un plan astuto que termino en el caño…
-¿Qué ocurrió?
-La sífilis, eso pasó… W & H me restauró como humana pero tuvo la mala suerte de hacerlo a como era antes de ser vampiro. Me estaba muriendo de sífilis otra vez y no había tiempo para hacer nada.
-¿Qué hiciste entonces?
-Estaba desesperada… ¡Me estaba por volver a morir! Y entonces Ángel se ofreció a ayudarme…
Enmudeció de repente y apagó el cigarrillo que estaba fumando aplastándolo contra una esquina de la mesa donde estábamos sentados. Se puso de pie y se acercó al balcón…
Soñadoramente, se cruzó de brazos y se dedicó a mirar las estrellas y el mar. La noche seguía siendo esplendida, con un viento tenue y calido.
Varias velas de la sala se apagaron pero ya no importaba. En verdad Nuria tenía razón… Era un espíritu muy poderoso. El enlace no se había vuelto a romper todavía como antes, pero de todas maneras, no iba a prolongarlo mucho más tiempo. Tomando mi grabador, me le acerque y decidí seguir la conversación en ese sitio…
-Son tan bellas- suspiró.
-¿Quiénes?
-Las estrellas… Son tan lindas…
Asentí y a mi vez, también dirigí mis ojos a esos puntos brillantes perdidos en el infinito. Todavía faltaban horas para el amanecer, así que no había peligro de permanecer allí.
-Ángel es un buen tipo- comentó, mirándome.
-Si, ya lo creo.
-Decidió ayudarme a pesar de que casi lo volvimos loco… a pesar de que casi lo matamos… Estaba decidido a salvar mi alma.
-¿Qué hizo?
-Buscó una cura para mi mal, eso hizo… Se enfrentó a peligros sin igual y todo, para conseguirme una cura… Todo en vano, ya que lo hecho, hecho estaba y ninguna magia podía revertirlo.
-¿Te resignaste a la idea de que ibas a volverte a morir?- pregunté, incrédulo.
-¿Y que otra cosa podría haber hecho?- replicó, encogiéndose de hombros- Me estaba muriendo y tal vez ese era el descanso final que necesitaba… Esperaba morir y que de una maldita buena vez se terminara toda esta pesadilla.
-Pero eso nunca sucedió…
-No. Ironías del destino o de algún “Poder Superior”, tal vez… Ángel se la pasaba hablando de sus “Poderes Que Son”, así que no me extrañaría que en realidad “ellos” fueran los responsable de semejante cosa… Lo cierto es que Lindsey tampoco estaba dispuesto a dejarme morir y buscó a Drusilla para salvarme, a su manera…
-Convirtiéndote otra vez en vampiresa.
-Engendrándome otra vez como un demonio de la noche… Volviéndome a pasar la maldición de la oscuridad infinita… Vaya idea de salvación.
-¿Ángel no pudo evitarlo?
-Lo intentó y volvió a fracasar… Perdí mi alma y mi naturaleza de vampiro afloró nuevamente. Otra vez estaba de regreso la Darla de siempre… Junto con Dru, atacamos a los de W & H y nos los sacamos de encima. Después, salimos a recorrer Los Ángeles y causamos muchos estragos…
-¿Volviste a matar?
No respondió enseguida. Dejó de mirarme, avergonzada.
-Si.
-¿A gente inocente?
-Si.
-¡Dios! Es terrible…
-Si, lo fue- suspiró otra vez- Pero Ángel se cansó de nosotras. Perdió la paciencia y la piedad y nos detuvo (o intentó detenernos) prendiéndonos fuego. Fue terrible… Dru y yo casi quedamos calcinadas totalmente. Escapamos por suerte y entonces creímos que lo mejor seria dejar de molestarlo, por un tiempo…
-Y te separaste de Drusilla…
-Cada una se fue por su camino. Yo vague sin mucho rumbo por diferentes lados hasta que Ángel y yo nos reencontramos y ocurrió algo muy fuerte entre ambos… Ángel estaba perdido en ese periodo, sin sentido. Estaba triste y fui su consuelo… Tuvimos sexo y luego, ocurrió lo más insólito, lo más inesperado…
-Tu embarazo.
-Si, mi embarazo…
************
El fruto de la unión de esa noche de pasión fue un hijo. Un niño especial que se creía que no debería existir. Era el mismo muchacho que yo había conocido brevemente en mi visita a Ángel en L.A. Darla no se dio cuenta de que estaba embarazada hasta el pasar un par de meses y notar el incremento de abultamiento en su abdomen.
Consultó a medio mundo sobrenatural, en espera de una respuesta a semejante enigma, mas, solo encontró con que nadie sabia nada. Cansada de vagabundear y viendo que su embarazo llegaba a un punto culminante, Darla decidió jugarse la última carta y entonces, volvió a Los Ángeles, donde se presentó delante del vampiro con alma y sus amigos, dándoles las buenas nuevas…
-¿Cómo se lo tomaron, al verte encinta?- pregunté. Ambos volvíamos a estar sentados el uno frente al otro en la mesa, en el interior de la sala de la casa.
-Fue como si les cayera un baldazo de agua fría- comentó, no pudiendo contener una risita- Ángel, sobre todo… Pero como siempre, decidió ayudarme. A pesar de la maldad que destilaba yo en ese entonces, como vampiresa, decidió ayudarme. Intentó buscar respuestas acerca de este enigma y me juró que no me iba a abandonar… que lucharíamos hasta el final.
“Sus pesquisas lo llevaron a enterarse que nuestro niño seria un chico muy especial… alguien profetizado en un viejo pergamino demoníaco, un niño que vendría al mundo con un misterioso fin especial… todo esto me sorprendió a mi misma, ya que si tengo que serte franca, no me gustaba la idea de tener un niño…”
-¿No?
-No… Yo quería abortar, pero por más que lo intenté, me fue imposible. Un campo místico protegía al niño de cualquier eventual peligro. Quería que Ángel me lo sacara. Lo consideraba un objeto molesto… claro, que eso fue al principio…
-¿Ese sentimiento cambió después?
-Totalmente. El niño que tenia en mi vientre era humano… Al ser humano, tenía un alma y esa alma se enlazó conmigo… De repente, me vi invadida de sentimientos y sensaciones que había perdido al volverme vampiro otra vez. Me sentí unida a ese pequeño y me fue imposible entonces volver a pensar acerca de él como un objeto… Era una vida y se estaba gestando dentro de mí…
“Pero entonces, el resto del mundo sobrenatural se enteró del acontecimiento. De la noche a la mañana, nos vimos asediados por diferentes sectas de vampiros y demás demonios que ansiaban atraparnos y tomar a mi niño por diversas razones. Sumado a eso, W & H también quería a mi hijo y entonces mandó a sus hombres a perseguirnos… También, debimos afrontar la reaparición de Holtz, quien traído por algún enemigo desconocido para mi, volvió para vengarse. Fue Holtz el que nos persiguió mas encarnizadamente y el que estaba dispuesto a matarnos por la muerte de su familia…”
Darla hizo una pausa, pensativa.
-Holtz casi logra su cometido, pero antes, había un problema fundamental: mi hijo estaba por nacer. Eso causo muchos problemas en mi cuerpo físico… Yo era vampiro y por consiguiente, se produjeron incompatibilidades anatómicas que llevaban al lento deterioro de la gestación. Mi cuerpo se resistió, a último momento, a soportar más tiempo a ese ser extraño en su interior. La vida de mi hijo corría riesgos y más, por causa mía que de la de los enemigos que nos perseguían…
“Ángel luchó en todo momento por salvarnos. Quería que el embarazo llegara a buen término… Quería ser padre… Luchó contra todos e incluso, cuando las esperanzas se acabaron seguía afirmando que podíamos salir adelante…”
-¿Cómo acabó todo?- pregunté. Sabía la respuesta (obvio) pero quería conocerla de boca de ella, su impresión y demás.
-Mi hijo se moría… su alma me había dado la posibilidad de entender el mal hecho y de sentirme avergonzada de lo sucedido… ¡No podía ser culpable de la muerte de un inocente mas! No… Yo sola tome la drástica decisión de hacerlo… Tomé una estaca improvisada de madera y me la hundí con fuerza en el pecho… Me suicide para que mi hijo pudiera nacer, para que pudiera vivir fuera de mi cuerpo, un cuerpo que lo estaba matando…
Se produjo un chasquido metálico. La cinta de mi grabador se había terminado.
-Volví a morir, pero en el ultimo momento, sabia que hacia lo correcto…
-Increíble- dije.
-Después de eso… Comienza el nuevo periodo de confusión, de vagar por la bruma… No sé que sitio es el de donde vengo, pero no se parece a nada conocido. No es el Cielo ni el Infierno y quizás tal vez…- hizo una larga pausa.
-Continua.
-Tal vez… sea el Purgatorio… Tal vez ese sitio sea mi Purgatorio.
-Puede ser.
Silencio en la sala. Ninguno de los dos dijo nada más.
-Eso es todo- indicó ella- Esa ha sido mi vida…
-Ha sido fascinante- comenté, sonriendo- Fascinante y… extraño.
Darla no respondió. Miraba absorta un reloj de pared cerca de nosotros.
-Bueno… Es hora de que esto termine- dije, despacio. La verdad es que no quería asustarla, pero había pasado otra media hora desde que Nuria se había ausentado.
Darla posó sus ojos en los míos y por primera vez en la noche, sentí algo de miedo. Fue como una punzada de pánico.
-No voy a volver a ese sitio- declaró.
Me quede helado. Sentí un frío que me recorría el estomago, pero no pensaba ni remotamente ceder… Ante todo, estaba la vida de Nuria.
-Darla… No puedes quedarte… Nuria moriría y no quieres eso, ¿verdad?
Se encogió de hombros, pero no dejo de mirarme.
-¿Y a mi que con eso?- respondió- No voy a volver a ese horrible sitio, Federico… ¡Si te hicieras a una idea de lo espantoso que es!
-Mira… Sé que lo que te diga no serviría de nada, pero tienes que entender lo siguiente: ¡Si te quedas Nuria se muere! ¿Vas a cargar en la conciencia con la vida de otro inocente? ¡Por Dios, Darla! Ella solamente te ha ayudado a manifestarte en nuestro mundo… ¡No puedes hacerle eso!
-Es verdad… Pero, ¿sabes algo?- se puso de pie- No me importa.
…Lo siguiente, me tomó por sorpresa…
La habitación por completo pareció animarse bajo algún influjo energético desconocido. La mesa redonda donde estábamos se volcó y voló pro el aire, golpeándome en el rostro y haciéndome caer al piso.
Todo el lugar se sacudió espasmódicamente, de manera espeluznante. Los cuadros volaban por el aire y se estrellaban unos con otros, las ventanas se abrían y se cerraban solas, al igual que las puertas…
…Un completo efecto Poltergeist…
-¡Darla!- grité, en mitad del estruendo provocado por todo- ¿¿Qué estas haciendo??
-¡No voy a volver a ese lugar! Lo… siento, Federico… ¡Pero no voy a volver!
Repentinamente, fue como si un par de manos invisible me aferraran de los hombros. Levantándome por el aire, me estrellaron contra una pared lejana y allí me retuvieron. Gruñí y mi rostro se transfiguró hasta volverse el de un vampiro.
De pie, en el medio de la habitación, Darla me miraba sin miedo.
-¡Suéltame!- rugí.
-No…
-¡Darla, por el amor de Dios!
-No lo haré- dijo y comenzó a llorar- ¿Qué no lo entiendes? ¡Sufro mucho! ¡Ese lugar es terrible! ¡Es confusión, es olvido y dolor! ¡¡NO QUIERO VOLVER!!
-Darla, escúchame…- le supliqué- ¡No puedes hacer esto! ¡Nuria morirá! ¡No puedes robarle el cuerpo!
-Quiero vivir- declaró, firme- Y voy a volver a vivir…
Era imposible razonar con ella. Decidí dejar de ser paciente. Di uso de toda mi fuerza sobrehumana y lo que me retenía contra la pared cedió. De un salto, me le tire encima.
En el piso, ambos forcejeamos. Su fuerza era más potente que la mía, más terrible… Sin mucho esfuerzo, me volvió a levantar por el aire y me arrojó por el balcón.
Aterricé en la arena de la playa cercana, de pie. Ella salio de la casa caminando lentamente y me enfrentó otra vez.
-Darla…- dije, pero entonces, su puño cerrado se estrelló en mi boca.
Otra vez volaba por el aire. Caí más atrás, cerca del agua del mar. Me mojé y me incorporé lo mas rápido que mis piernas me lo permitieron. Desde una distancia prudencial, ella me observaba inexpresiva, pero con lagrimas en los ojos…
-Lo siento… ¡De veras, lo siento!
-Darla… ¡Esto tiene que terminar!
Ella asintió y se mordió los labios. De nuevo, lloraba.
Relajé mi rostro vampirico (que volvió a ser de un humano) y me le acerqué. No volvió a atacarme y se quedo quieta en su sitio, como esperando.
…Sin poderme contener mas, la abracé.
Su inexpresividad se rompió como el cristal. Lloró… Fue un llanto desconsolado, doloroso, tristísimo.
-¡Lo siento, lo siento, lo siento!- suplicó- Y-Yo solo quería… yo solo quería… Vivir.
-Darla, escúchame…- dije y la miré a los ojos- ¿Crees que me gustaría dejarte que te fueras? ¿No crees que me encantaría poderte ayudar? Pero no puedo… Tu tiempo en la Tierra se terminó. Tú misma lo elegiste así, ¿no es verdad?
-¿A que te refieres?
-Cuando te suicidaste, lo hiciste para que tu hijo viviera… Una vida por otra. Un sacrificio noble, algo que debería borrar tus pecados anteriores. No arruines ese sacrificio por este acto vil y sin sentido… ¡Si le robas el cuerpo, Nuria morirá! Otra vida inocente se cargara en tu conciencia… ¿Es eso lo que quieres?
-No.
-¿Mas derramamiento de sangre? ¿Más dolor?
-No.
-Entonces debes irte. ¡Debes liberar a Nuria!
No me respondió. Ahora, lloraba en silencio.
-Yo escribiré ese libro sobre ti- le prometí- Lo publicaré… el mundo conocerá tu historia, tus sentimientos y pensamientos… De eso no te tienes que preocupar, pero ahora, debes dejarnos.
-Lo haré.
Se separó de mí y trago una profunda bocanada de aire.
-Lo haré- repitió y entonces, pasó algo extrañísimo.
Una especie de luz blanca descendió desde el negro cielo. Me era imposible ver el punto de partida de semejante haz lumínico, pero era evidente que estaba allí por una sola razón: por ella.
La figura de mi amiga Nuria volvió a su lugar. Medio mareada, casi se desploma en el suelo… Ayudándola a mantenerse de pie, ambos observamos entonces como una suerte de niebla se elevaba por el haz de luz.
Inesperadamente, esa niebla se detuvo y asumió la forma de Darla. Era ella, pero ahora estaba vestida de blanco, transparente, como un cristal pulido.
Sonrió, por primera vez feliz y siguió ascendiendo, mas y mas lejos hasta que se fundió con aquella luz blanca, la cual, desparecio sin hacer el mas mínimo sonido en el aire.
-Se ha ido- dijo Nuria, entre susurros, a mi lado- Lo ha logrado…
-¿Qué cosa?
-Liberarse, tonto… Ha ascendido a otro plano… Ha ido a la Luz. Termino su tiempo de expiación.
************
Nuria me explico como era la cosa, un buen rato después.
Nos encontrábamos de regreso en la sala de mi casa alquilada (hecha trizas después del efecto poltergeist) y a continuación de beberse un largo trago de Ron, mi amiga (que reponía fuerzas recostada en un mullido sillón) me contó mas o menos la situación…
-Estaba atrapada.
-¿Atrapada?
-Detenida entre mundos, tonto- dijo, y bebió otro trago de Ron- Suele ocurrir. A veces, los espíritus sencillamente no pueden ascender y se quedan detenidos. Cuando pasa eso, generalmente, quedan en una suerte de “Limbo”…
-¿Un Purgatorio?
-Algo así… Ella estaba detenida allí y por lo que parece, debía hacer ciertas cosas para liberarse y finalmente, ascender…
-Un momento por favor- pedí- ¿Estas sugiriendo que la retuvieron a propósito en ese “Limbo”, a la espera de que la convocáramos para que yo pudiera entrevistarla?
-Si.
-¡Es una locura!
-¿Es tan descabellado para entenderlo? Mira el lado bueno. ¡Las has ayudado a ascender! Se ha ido y ya no volverá…
Me quede pasmado.
-Suena a locura- dije, con total sinceridad.
-¡Joder! ¡Pues si estas loco, yo también lo estoy!- exclamó, bufando.
-Supongamos que es cierto… Que Darla tenía que permanecer en ese “Limbo” hasta encontrarse conmigo y relatarme la historia de su vida… ¿Quién dictamino eso? ¿Qué “Poder Superior” ordenó que esto fuera así?
-Mira si eres cabeza dura… ¿¿Y como quieres que lo sepa?? ¡Soy bruja, no adivina!
-Gracias por la ayuda- replique, irónico.
Nuria dijo algunas malas palabras y siguió bebiéndose el Ron. Hastiado de verla casi emborracharse, se lo quité de las manos y lo tire a un tacho de basura.
-¡Te estas volviendo pesado! ¿Eh?
-Y tú te estas volviendo una borracha empedernida…
Nos miramos un momento, en silencio y luego, reímos como dos tontos.
-¡Dios! ¡Que par de tarados!- dije- Parecemos marido y mujer.
-¡Ni hablar! Ni que estuviéramos casados…
Seguimos riendo por un largo rato.
-Gracias por arriesgarte por mí- repentinamente, la voz de Nuria sonó bastante seria.
-No tienes que agradecer nada, tonta- respondí- Te prometí que no la iba a dejar quedarse con tu cuerpo, ¿no?
-No, de verdad… Por poco casi me muero.
-¿De veras?
-Era un fantasma muy potente… El más fuerte que vi en mi vida.
-Y ha dejado mucho material para un cuarto libro- dije, señalando a mi grabador- Una nueva historia vampirica…
-¿Cuándo vas a pasar todo eso al ordenador?
-Lo más rápido que pueda… Después de limpiar este desastre.
En este punto de la charla, Nuria se había puesto de pie y se dirigía hacia la salida.
-Bueno, cabrón, que te vaya bien con eso… Luego me le cuentas como te ha ido con la limpieza.
-¡Eh! ¿¿Ya te vas??
-Claro. Mi trabajo ha terminado… ¿Qué? ¿Te pensabas que también te iba a ser de sirvienta?
¡¡¡SLAM!!!
La puerta se cerró estruendosamente detrás de Nuria. Mascullando un par de insultos, me dedique a limpiar el cuarto convertido en una ruina…
Sin embargo, toda esta aventura estaba lejos de terminar. Darla podría haber ascendido al Cielo o donde fuera que se fue, pero todavía había cosas que me concernían y que pronto me iban a afectar… y mucho…