Cuando los Angeles Callan
Por Mariana Soledad Tartalo:
Capitulo IV
Pasaron algunas horas en W&H. Lorne y Gunn se turnaron para cuidar de Faith mientras que Fred y Wesley solo salieron un momento de la sala de reuniones para comprobar el estado de la morena, que aun seguía en Dreamland.
Al cruzarse, solo comentaron que estaban trabajando exhaustivamente en algo. Aun no querían decir nada de lo que estaba pasando. Si bien tenían un alto porcentaje de seguridad, esperarían para terminar de comprobarlo. Y de ser real, lo comentarían con los demás.
Buffy y Spike, mientras tanto, se contaron todos los detalles de lo acontecido en los últimos meses. Hubo algunas risas y también algunos rostros de tristeza. Pero estos últimos se veían disueltos ante los típicos comentarios del vampiro, quien no dejaba de hacer sentir bien a la cazadora.
Por otro lado, Angel, había llamado a todo el cuerpo medico de W&H para que se hicieran cargo de Faith. Que la sanaran sea como sea. Hasta llego a promulgar la amenaza de que rodarían las cabezas de los que se opusieran a hacerlo.
Lilah, a quien no se le escapa detalle alguno, tenia una leve idea de lo que la morena había atravesado. Sabia, en el fondo, que estaba sucediendo, así que llamo aparte a Fred y a Wesley.
-Li: Escuchen. Se perfectamente lo que uds. dos esconden. Esta profecía estaba escrita desde hace tiempo. Nunca pensé que iba a ser la otra cazadora quien lo descubriera y arriesgara su vida, pero eso solo son detalles irrelevantes.
-W: Mas vale que dejes de hacer esos comentarios.
-Li: Que?... ahora sientes deseos de protegerla?. Querido… nunca me cayo mal la actitud de la morena. O aun no comprendiste que fui yo la que en tu mente, te dio la pauta que ella era tu ultimo recurso para salvar a Angel? redención…
-Fr: Bueno, basta. Que es lo que sabes, Lilah?
-Li: Van a tener que confiar en mi. Si se enteran las grandes cabezas de esta institución lo mas probable es que dejen caer una tonelada de explosivos encendidos sobre el edificio. Debo decirles, que guardare el secreto e intentare ayudarlos a que no se descubra. No me interesa mucho realmente que así sea. Estoy disfrutando demasiado de mi vida sin ataduras del infierno como para hacerme problema.
-W: Confiar en ti. Debería?
-Li: Aun hay un dólar en tu billetera que te lo asegura.
Muy elegante y llevando el porte que la caracteriza, se retiro a su oficina a realizar un par de llamados. Despistando, tal como ella dijo, a las grandes cabezas de la corporación. Obviamente, no manchando su nombre ni exponiéndose a esas temperaturas extremas que la terminarían consumiendo de un modo u otro. Ella no quedaría pegada, y los chicos tendrían oportunidad de terminar la investigación. Y de ser posible, hacerla real.
Mientras tanto, en el aeropuerto de Los Angeles aterrizaba un avión lleno de pasajeros. De los cuales, dos chicas, ya en sala de abordo, comentaban acerca del viaje.
-Wi: Bastante apretaditas vinimos.
-K: Tu y tus insinuaciones.
-Wi: Lo decía por el avión.
-K: Ya se, pero no puedo evitar hacerte poner esa carita cuando te salto con esos comentarios.
-Wi: Ya… vámonos, que es tarde.
Las dos, tomaron un taxi y se dirigieron al edificio de W&H. Al llegar, en recepción, esperaron a que las atendieran. rápidamente, la recepcionista les tomo el pedido.
-Wi: Necesitaría ver a Winifred Brukle por favor. Ella me llamo hace unas horas.
-Recepcionista: Aguarde un minutito que me comunicare con su interno.
Del otro lado, Fred atendía el teléfono, haciéndose cargo de la llamada.
-Fr: Sube. Te estamos esperando. Segunda puerta, la de las dobles, de madera linda, en el tercer piso. A la derecha, vas a ver un florerito con rosas… bueno, ahí no…
-Wi: Ahora subimos.
Las dos chicas, bajo las indicaciones un tanto trastocadas de Fred, llegaron a la puerta y la abrieron si tocar.
-Fr: Willow! Que alegría que hayas podido venir. Realmente te necesitamos.
-Wi: Ya lo creo. Ahora… como fue que lo descubrieron?.. oh perdonen… ella es Kennedy.
Se hicieron las presentaciones correspondientes y Wesley cayo en cuenta ahora del comentario de Willow meses atrás para con Fred, cuando le dijo que se estaba viendo con alguien. Decidió guardar silencio y prosiguió con la entrega de información para las chicas.
-W: Nosotros no fuimos. Faith nos los trajo.
-Wi y K: Faith?
-Fr: Si. Y lo que atravesó para lograrlo no tiene nombre.
Will, que a todo esto estaba sobre la notebook de Fred, los miro.
-Wi: En realidad si tiene. El Pasaje de la Muerte. Un grupo altamente calificado en los Montes del Tibet tenían el secreto guardado bajo nueve llaves. Ellos afirmaban la presencia de una cazadora en el año 2004 quien iba a poder romper esas llaves y liberar el secreto. Las pruebas para lograrlo, justamente, se encontraban en un pasaje bajo las montañas. Y como su nombre lo indica eran mortales. Todas y cada una de ellas. La ultima, si algún gran héroe podía contra las mismas, era un veneno de alto impacto. Penetra en la piel y te mata lentamente. Abstrayéndote las fuerzas y concentrándolas en algún punto del espacio. Si Faith lo logró, como podemos ver, tiene el veneno en su sangre. Las heridas se le curaran por la gracia de su condición de cazadora. Pero la ultima prueba que venció acabará con ella.
Todos estaban absortos. Sin poder decir una sola palabra. Wesley solo se levanto y salio del despacho. Se dirigió a la habitación de Faith.
-W: Gunn… Lorne… vayan a la sala de reuniones. Ahí estamos todos los demás. Tenemos que hablar seriamente.
-G: Quien se quedara con ella?
-W: Yo me quedo.
En cuanto los chicos salieron, Wes se sentó al borde de la cama, contemplándola a Faith quien luchaba claramente por su vida.
Nunca quiso admitir que, se había preocupado por ella cuando cayo en coma la ultima vez. El odio que le tenia, no quería dejarlo desaparecer, quizás por miedo, quizás porque era una coraza que usaba como resguardo. así tenia una excusa. “Faith me torturo, por ello ahora soy mas oscuro” aunque sabia que no era así, y que los acontecimientos que se fueron dando para que el se convirtiera en algo mas que un ser con anteojos y traje, era el conjunto de todo. Ella solo lo había ayudado, inconscientemente, a ser mas fuerte.
Pero viéndola, por segunda vez, caída sin fuerza alguna en una cama, rompió aquella coraza y junto a ella, terminó por desvanecer los últimos retazos de bronca y furia hacia la morena.. La tomó por la mano, cuando sintió una leve reacción.
Mientras tanto, en la tierra de los sueños, me encontraba en un lugar rarito por naturaleza. La noche y el día se combinaban de tal punto que no podía distinguir la hora. Por un lado, la ciudad de Los Angeles, sus altos edificios, el glamour y la codicia distinguida. Por el otro, Sunnydale, o al menos como la recordaba. Con sus casitas bajas y sus mil y un cementerios.
En el centro del limite entre ciudades me situaba yo.
-Genial… guía turística por favor? Como se supone que pueda salir de aquí?... para atrás… para delante pero no me siento cómoda!! Hey… se supone que…
-Voz: Ya… deja de hablar tanto… siempre igual.
-Huh?
Ni mas ni menos, yo misma me estaba hablando. Puedo suponer que mi otro yo. O directamente alguien o algo me estaba controlando demasiado.
-Voz: también deja de pensar. No soy tu otro yo. Soy tu misma. Simple. Como me ves. O acaso aun sigues pensando que tenemos un trastorno de bipolaridad?
-En el momento en que dijiste “tenemos” tienes un serio problema.
-Voz: Entonces lo tienes tu también.
-Ok… me estoy mareando. Que se supone que haré?
-Voz: Ven, empezaremos por el final.
-Y dale con el plural.
Me adentre, o nos adentramos, según como lo vea mejor, en el interior de una cueva. Solo un resplandor que apuntaba al centro de la misma. Un cofre, chiquito, sin inscripción alguna y de madera pura.
-Voz: Lo recuerdas?
-Si. Aquí introduje las nueve llaves.
-Voz: Bien. Prosigamos.
-Hey… voy a tener que pasar todo esto de nuevo?. No fue divertido.
-Voz: Me lo dices a mi?. Si quieres llamarme de algún modo diferente que “Faith la voz que soy yo, tu, nosotras y ellas dos”, llámame tu conciencia, tus mas profundos sentimientos. Lo que quieres gritar y callas.
-Puedo asegurar que es mas complicado llamarte así.
-Voz: Basta. Camina.
Desde atrás para delante, pase nuevamente por todas las pruebas que había realizado. Volví a sentir el dolor de la daga lacerando mi piel hasta corroerme en lo mas profundo, como la novena prueba. Hasta el grupo de vampiros de la primera.
-Voz: Te preguntaste porque la ultima, o en este caso, la primera, no fue la mas dolorosa para nosotras?
-Porque ya conocía ese sentimiento. Tanto el dolor exterior como el interior.
-Voz: Bien. Salgamos de aquí entonces.
A la salida de la cueva, en plenos montes, me encontraba junto a mi conciencia o como quiera llamarse.
-Voz: Sin negárnoslos. Sin ataduras. Sin demonios reales e irreales que nos persigan. Por una vez en nuestra vida, hazlo. Di lo que pensamos en el momento exacto que entramos aquí.
-Ya lo sabes. Para que quieres que lo repita?
-Voz: Para que podamos despertar. Y para que comprendas tu verdadera realización.
-No puedo. No lo haré.
-Voz: Bueno, quedémonos aquí para siempre. Supongo que no tenemos nada programado en la agenda. Alguna vez tuvimos agenda?
-Te puedo golpear?
-Voz: No seria la primera vez.